Huasteca

La Huasteca es una amplia zona geográfica y cultural que se extiende a través de los estados de Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas, Querétaro, Puebla e Hidalgo. Es un territorio donde predomina el clima cálido y húmedo por lo que sus tierras son muy fértiles para quienes las habitan, y por lo que antiguamente los mexicas llamaron a esta zona como Tonacatlalpan, es decir “tierra de comida” (Stresser-Péan, 2006; Aguirre y Dávila, 2017). Su nombre se debe al principal grupo étnico que ocupa dicha zona: los huastecos, como generalmente se les conoce, aunque también este territorio se comparte con otros grupos como los totonacos, los tepehuas, los otomíes, los nahuas o los pames del estado de San Luis Potosí.

Para el caso de Veracruz, es decir, lo que se podría considerar como la Huasteca veracruzana, está constituida por los siguientes municipios: Benito Juárez, Castillo de Teayo, Cerro Azul, Chalma, Chiconamel, Chicontepec, Chinampa de Gorostiza, Chontla, Citlaltépetl, El Higo, Huayacocotla, Ilamatlán, Ixcatepec, Ixhuatlán de Madero, Naranjos Amatlán, Ozuluama, Pánuco, Platón Sánchez, Pueblo Viejo, Tamalín, Tamiahua, Tampico Alto, Tancoco, Tantima, Tantoyuca, Temapache, Tempoal, Tepetzintla, Texcatepec, Tihuatlán, Tlachichilco, Tuxpan, Zacualpan y Zontecomatlán. Y volviendo al grupo característico de la región, los huastecos, estos en el caso de Veracruz se ubican principalmente en la región de Tantoyuca y la Sierra de Otontepec, es decir, en los municipios de Platón Sánchez, Tantoyuca, Tempoal, Cerro Azul, Chicontepec, Chinampa de Gorostiza, Chontla, Citlaltépetl, Ixcatepec, Naranjos Amatlán, Tamalín, Tancoco, Tantima y Tepetzintla (Valle Esquivel, 2006).

A lo largo del tiempo, el grupo étnico huasteco ha tenido distintas denominaciones que son conocidas en las fuentes históricas. Una de ellas es la de Tohueyome (plural) o Tohueyo (singular), que significa “nuestro vecino” o “nuestro prójimo”. Fueron llamados pantecas o panotecas, debido a que ellos provenían de Panutla (primero) o Pantla (después), que significa “donde se atraviesa por encima del agua”. También fueron llamados cuextecas o cuextécatl porque también de donde provenían era conocido como Cuextlán. Uno de los nombres más conocidos fue y ha sido el de huasteco, que les viene por designación mexica y que puede estar relacionado tanto a Huaxtlán o a Cuextlán. Huaxtlán por ser un lugar en donde se dan los huajes y Cuextlán por “en los cues”, montículos o plataformas redondas hechas de piedra y arcilla sobre las cuales los antiguos habitantes de la región erigieron sus templos y viviendas.

Este nombre es el más usado por los nahuas y los mestizos hacia ellos, además es importante mencionar un pequeño dato, aunque no es una norma, suele decirse huaxtecos, cuando se refiere al grupo precolombino y huastecos al grupo contemporáneo.

Existe otra versión parecida a la anterior que dice que huastecos viene de cuechtecach, gentilicio plural de Cuechtlan y éste de cuech (tli), “caracolillo” y tlan, locativo: “los originarios del caracolillo”. Sin embargo, ellos en la actualidad se consideran a sí mismos como teenek, que según ellos (la interpretación popular) proviene de la contracción de te’ inik, que significa “hombres de aquí” (Castro-Leal, 2007). Cabe mencionar que autores como Julieta Valle Esquivel en “Huastecos de Veracruz” (2006), dice que esto ha sido desmentido por investigadores al no existir una definición literal del término.

Se sabe que por las características de su lengua (mas no por su cultura), los teenek están emparentados con los grupos mayenses, que forman parte de la misma familia. Así pues, existen algunas teorías acerca de la separación geográfica entre estos (Barriga Puente, 1997; Gutiérrez Mendoza, 2003). Una de ellas nos dice que los grupos mayenses ocupaban Yucatán, el Petén y la costa del Golfo a la altura del Istmo de Tehuantepec, sin embargo esa continuidad fue rota en el año 1800 a.C. por grupos mixe-zoque que produjeron esta división y posterior aislamiento y migración al norte de algunos grupos que conformarían después a los huastecos.

Otra nos dice que los grupos mayenses ocupaban la región central de lo que hoy es Veracruz y entre el año 1800 a 1600 a.C. se produjo la división donde los grupos se movilizaron hasta ocupar sus territorios tradicionales donde continuaron diversificándose. Lo que es un hecho es que esta división se originó mucho antes que se desarrollara la gran civilización Maya.

Cabe mencionar también que actualmente la lengua teenek dentro del estado posee dos variantes (aparte de la de grupos de San Luis Potosí): la de Tantoyuca, que se utiliza en los municipios de Tantoyuca, Platón Sánchez, y Tempoal; y la de la Sierra de Otontepec, que se habla en Cerro Azul, Chicontepec, Chinampa de Gorostiza, Chontla, Citlaltépetl, Ixcatepec, Naranjos Amatlán, Tamalín, Tancoco, Tantima y Tepetzintla.

Es a raíz del siglo XV cuando la cultura huasteca comienza a adquirir elementos de los pueblos vecinos y a extenderse hasta dominar la región. Aunque pierde muchas de sus antiguas manifestaciones artísticas como la escultura, la arquitectura o la talla de concha, subsistieron la alfarería y algunas tradiciones que adoptaron elementos tanto de la cultura africana como de la española. La música que identifica a la región es el huapango, y es aquí un ejemplo claro donde se hace evidente este sincretismo, pues en ella se encuentran elementos españoles, indígenas y de los grupos negros que llegaron como esclavos al territorio. Los sones huastecos están interpretados entonces por jaranas, guitarra huapanguera, violín y cantos (Aguirre y Dávila, 2017).

También se puede mencionar que dentro de las prácticas que identifican a los grupos huastecos de Veracruz y que constituye una parte fundamental del proceso artesanal del mismo, está el cultivo del zapupe, el ixtle y de la palma real con los cuales se manufacturan diversos artículos tanto para la vida cotidiana como para simplemente servir de adorno, entre los que se encuentran por ejemplo la elaboración de morrales y sombreros.

Debido a las fiestas de Carnaval que se originan en la región (el Carnaval de Huayacocotla por mencionar un ejemplo) se puede encontrar con artesanos que tallan la madera para máscaras de estas festividades, como también lo hay para las festividades del Xantolo. A si mismo también se producen bordados en manta con punto de cruz, bordados en textiles de lino o bordados en chaquira (este último como lo es en Ilamatlán) en los que se incluyen motivos como flores y otros vegetales (Valle Esquivel, 2006).

El segundo grupo importante que ocupa la huasteca veracruzana, son los nahuas del norte de Veracruz. Como otros grupos indígenas basa su economía en la agricultura milpera, así como en otras actividades  como el cultivo del chile y su procesamiento mediante técnicas de ahumado y secado de origen prehispánico para la obtención del “chilpoctli”.  

Sin embargo, con relación a otras actividades arraigadas históricamente como lo es el bordado y la alfarería han ido perdiéndose entre estos grupos. Entre sus festividades pueden encontrarse el Carnaval, que es considerada por los mismos como “la fiesta del Diablo”, al que también hay que tener contento y en la que se permite la trasgresión de aquello que se prohíbe en todo el año Otro ejemplo muy importante es el ya mencionado. Xantolo.

En resumen, en la zona de la huasteca veracruzana se encuentran principalmente productos de cestería, textiles y de alfarería donde los grupos más involucrados en su creación son los teenek, aunque gran parte de los grupos nahuas de la zona son más beneficiados en otras actividades productivas (Valle Esquivel, 2006).

En menor medida, pero también dignos de ser mencionados, se encuentran grupos étnicos como lo son los Tepehuas y los Otomíes que ocupan parte de la Sierra de Huayacocotla. Por un lado, los grupos de tepehuas y por su lengua, se puede decir que están emparentados con el grupo totonaco. Se ubican en tres estados: Hidalgo, Veracruz y Puebla.

Tan solo en el territorio veracruzano se ubican en los municipios de Ixhuatlán de Madero, en Texcatepec, Tlachichilco y Zontecomatlán (Hernández Montes, 2004; CDI, 2018). Por otro lado, los grupos otomíes se encuentran en los estados de Hidalgo, en el Estado de México, en Veracruz, en Querétaro y en Puebla. En el caso de Veracruz, este grupo se ubica en los municipios de Ixhuatlán de Madero, en Texcatepec, Tlachichilco y en Zontecomatlán (CDI, 2018).

Las actividades artesanales por municipio según INAFED (2010)  y la Secretaria de Turismo y Cultura de Veracruz (2019), son las siguientes. En Chalma se fabrican sillas de palma.

En Chiconamel, el Ixtle es una fibra vegetal de mucha importancia pues con ella se  elaboran morrales, mecapates y caronas; con palma también se fabrican sillas. En Chicontepec, los textiles y bordados nahuas y huastecos son representativos; el trabajo en barro; y el trabajo en palma y bejuco.

En el municipio de Chontla, se elaboran bordados así como también la alfarería. En el Higo, se realizan también bordados y tejidos típicos. En Huayacocotla predominan las artesanías de madera y en menor medida las de lana, las costuras y los bordados.

En el municipio de Ilamatlán abunda la elaboración de las blusas bordadas sobre tela de manta o de cuadrillé  con chaquira o hilos de colores.

En Ixcatepec se realizan trabajos con palma como lo son los petates; se elaboran bordados de blusas; y faldas con hilos de colores que constituyen parte de la vestimenta tradicional de la mujer indígena. En el municipio de Ixhuatlán de Madero se fabrican instrumentos musicales  como el violín, las jaranas, y las guitarras huapangueras.

En Platón Sánchez, se realizan bordados a mano; los vestidos típicos; y en menor medida la alfarería.

En Tancoco el trabajo en palma lleva a la elaboración de  sombreros y petates. La materia prima para el trabajo artesanal del municipio de Tempoal es el Ixtle principalmente con el que se tienen morrales, estropajos y riatas; también se maneja la palma para hacer sombreros, abanicos,  petates y canastas; con barro se fabrican comales ollas y jarros; y por ultimo para las festividades del Xantolo, se talla la madera para sus máscaras.

En Tepetzintla se elaboran morrales, riatas y petates.

En el municipio de Texcatepec predomina la confección de blusas, manteles y servilletas con hilo; así como los cestos y tallados en madera.

En la zona de Zacualpan se llevan a cabo tejidos en lana, cobijas, zarapes, y algunos bordados. También para el carnaval de este municipio se elaboran mascaras muy representativas de éste: las máscaras narigonas de Zacualpan. Por último, en Zontecomatlán se obtienen bordados, ollas de barro y se trabaja el bejuco para tener canastas.